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viernes, 29 de junio de 2012

Terminaron campañas

José Luís Loyo Ochoa
Junio  29/2012

          





CUANDO SE PROCLAMA UNA DEMOCRACIA PERO EL PUEBLO NO SABE ELEGIR SABIAMENTE A SUS GOBERNANTES RETROCEDE A LA ESCLAVITUD.
J.L.L.O. 


       Y por fin descansamos de tanto atosigamiento, de ver hasta el plato de la sopa el pregón de los candidatos las miles de promesas que, cual si fueran dioses nos pudieran cumplir sin tener en cuenta que, como decían los abuelos; “cada chango a su mecate”, es decir, las promesas de todos son cuentos de hadas en plenos siglo XXI, pero a ninguno de ellos les escuchamos decirle  al pueblo harán con los ONCE  MIL CIENTO ONCE kilómetros que tenemos de costas, para ninguno de ellos reviste importancia todo el caudal de riquezas que tenemos en el mar, lo aprovechable de cada metro en beneficio de la patria, lástima, otros países con mucho menos de esas costas van obteniendo múltiples beneficios para cientos de miles de ciudadanos, en fin, a otra cosa mariposa.



Poco de historia porteña


Ahora como no debemos escribir ni hablar de política, permita usted hacerle un poco de historia, y ese poco de historia es de mi terruño, de mi patria chica que es el puerto de Veracruz, una patria a la cual decimos chica pero que, en la realidad es grande, muy grande en todo donde usted la mire, de historia tenemos para dar y prestar a quienes carezcan de ella. En el centro del puerto existen a donde usted mire múltiples callejones, son calles que anteriormente partían a la mitad quien sabe porque causa, pero nos dejaron muchos de esas calles con el nombre de callejones, son bonitos en cuanto hace a la convivencia que se daba por aquellos años de paz y tranquilidad que gozábamos a cualquier hora del día entendiendo que éste tiene VEINTICUATRO HORAS, es decir, todo el día, los callejones de que le hablamos tienen en su mayoría muy bonita historia, y uno de ellos en el pleno centro de éste hermoso puerto tiene la suya muy ganada, se llama CALLEJÓN DE LA CAMPANA.

Está ubicado entre las avenidas Independencia y la avenida Zaragoza, y las calles de Mariano Arista y Aquiles Serdán, existe una plazoleta, misma que antes era una glorieta que servía para que unas monjas que estaban en el convento que daba a la calle de Serdán casi esquina con Independencia  y tenía otra salida hacia el callejón de campana hicieran su recorrido de oraciones antes de irse a sus celdas o dormitorios, eso según consta en las historias, no nos tocó verlo pero así consta, pues bien, esa plazoleta por aquellos años era punto de reunión de los chiquillos que ahí vivíamos, después de los años cincuenta se levantó por el callejón, entrando por la calle Serdán un hotelito que con el paso del tiempo se convirtió en un lugar de paso, propio para quienes buscaban el placer con esas damas de la noche, pero antes de eso fue una casa habitación en donde vivió una familia que tenía como cabeza de ella a una muy notable señora de nombre Doña Rosa Ruiz Viuda de Cruz, Arnulfo Cruz, el esposo de la mencionada había sido un marino fallecido en un naufragio, y del cual nunca se pudo encontrar el cuerpo, nadie supo jamás donde quedo el difunto de Don Arnulfo, pero dejo a dos hijos y a tres hijas con Doña Rosa, los dos varones se hicieron cargo de la manutención de las hermanas y su madre, Arnulfo e Hirám Cruz Ruíz, empezando como cantineros y comprando luego el centro de trabajo convirtiéndose ambos en empresarios prestigiados. ¿Ya se aburrió?

Ahora viene lo bueno de la historia con la familia de Doña Rosa Ruiz Viuda de Cruz, mujer que hizo de sus hijos hombres de bien, trabajadores y respetables y a sus hijas las caso bien casadas. FIDEL CASTRO RUZ, a la sazón el dictador más añejo del continente Americano, quien vivió en éste puerto de Veracruz cuando se preparaba para irse como guerrillero a su natal isla de Cuba, COMIA sin pagar un centavo en aquella casa de Doña Rosa Ruiz Viuda de Cruz, así como usted lo lee, TRES o cuatro jóvenes entraban por la calle de Aquiles Serdán todos los medios días para ir a comer en la casa de Doña Rosa, y no eran los únicos invitados de gorrita café, en esa casa quien llegaba a las horas de la comida no salían de ahí sin haber comido, y Fidel Castro Ruz supo granjearse a la dama que era Doña Rosa para poder hacer sus comidas, eran los tiempos en que el hoy dictador de Cuba no tenía un centavo la bolsa y en esa casa llenaba su tripa junto con sus compañeros de aventura y en ese tiempo, de hambres. Este servidor de usted vivía en un patio de vecindad que quedaba  en el mismo callejón, más o menos a tres casas de la casa de Doña Rosa, y poco tiempo después uno de los hermanos Cruz Ruiz se convirtió en mi tutor o padre adoptivo, pero nos tocó ver desfilar por el callejón al, repetimos, hoy aún dictador de la isla caribeña.

Igualmente nos tocó recibir nuestro buenos coscorrones de parte de Don Adolfo Ruiz Cortines, sin saber por aquellos años que, quien me daba esos cariños era ni más ni menos que el Presidente de la República de México, eso se me daba en un café que nada tenía que pedirle en popularidad a las cafeterías de la hoy cadena de la PARROQUIA, el nombre de ese prestigiado café fue LA SIRENA, en donde Don Adolfo Ruiz Cortines asistía, aun siendo ya presidente de México, a jugar su partida del juego de domino con sus amigos del alma, y como siempre fui muy travieso, gustaba de hacerle las maldades al mesero que era una persona de bastantes años, una de esas maldades era ponerle sal a mi vaso con leche para que el buen señor me lo cambiara, pero como Don Adolfo tenia pisada de gato, yo no lo oía llegar, y él se paraba detrás de mí pata ver mis travesuras, haciendo que tomara la leche con sal para, después, acusarme con mi madre, la cual le decía que me diera coscorrones cuando me viera hacer esas maldades, recuerdo que Don Adolfo le decía a mi madre; Irene, éste Pepe Luís es muy travieso, no cabe duda que está sano, pero es buen chiquillo, mi madre responde en ese entonces al Presidente; Gracias Don Adolfo, y cuando lo vea haciendo maldades dele. Que tiempos señor Don José, no cabe duda que recordar es vivir. Por cierto, Don Adolfo, siendo aún el presidente de México se iba, estando en el puerto, caminado hasta su casa ubicada en la calle del fraccionamiento Moderno, de nombre General Miguel Alemán, entre Díaz Mirón y La fragua a píe, sin escolta ni nada, él decía que en su casa nadie la hacía nada, quien lo dude, pregunte a quien sea más viejo de la familia que tenga para que compruebe lo cierto de todo lo aquí escrito, desde lo de Fidel Castro y lo de Don Adolfo Ruiz Cortines, el mejor presidente que hemos tendido en México.


SOS A SAS 






TERMINEMOS el espacio con una atento SOS o auxilio socorro a un director del SAS, los hoyancos y cavernas que se vienen haciendo en toda la ciudad y puerto de Veracruz no son por causa que sea atribuida al ayuntamiento, se derivan por los deslaves que producen de las tuberías que, por viejas y podridas se rompen en las calles, de ahí que esos escurrimientos de aguas socaven las calles y se formen por todos lados esos hoyancos en donde no solo los vehículos motorizados caen, también los ciudadanos resultan afectados al atravesar las arterias, ya están las aguas cayendo, con lo cual diariamente se abren más de éstas cavernas y, cuando el agua las tapa no son visibles, originando los accidentes que sufrimos de una u otra manera, es menester la resolución de éste problema del puerto, no se vale que presumamos de lugar turístico cuando nuestras calles se vuelven menos intransitables. Ojo señor Ruiz Carmona, es reclamo ciudadano.



  

Carolina VS Zeus ¡Bravo!


 Y no podemos sino felicitar por hoy a la señora alcaldesa Carolina Corro, de que se lleven los millones fuereños a que sirvan para obras en nuestro puerto mil veces que queden aquí, Bravo señora Corro, felicidades y que exista eco en la autoridad estatal y hasta aquí llegamos sin el toque político, dejándoles como siempre nuestros correos electrónicos para tratar de servirles: